Siendo ingeniero, amante de la lógica, de las decisiones conscientes, de aquello que se puede tocar, de los procesos, siempre tuve especial curiosidad por aquello intangible y abstracto que nos hace a todos querer apoyar a otros o simplemente nos inspira.
Este capítulo sobre el conectar, es en realidad un capítulo sobre espiritualidad. Una espiritualidad libre de religión, una espiritualidad dedicada a la conexión de los SERES sin manipulación de intereses personales.
Siempre he considerado que por un deseo de control o una idea de poder extraña el ser humano ha cedido a la tentación de crear divisiones individuales y colectivas con sus iguales.
Comenzaré por las geográficas, donde definimos quienes somos porque unas líneas imaginarias, colectivamente pactadas por nuestros antepasados limitamos nuestro SER.
A mi me encanta viajar, amo viajar y mi familia ya aprendió a amarlo también. Viajar me ha hecho sumar perspectivas a mi SER y llenarme de opciones a la hora de resolver problemas cotidianos.
Viajar es un aprendizaje tras otro, es una actualización de mi SER cada vez que sucede. Sin importar el destino siempre llega mi SER ampliado y libre.
Y siempre en cada uno de mis viajes me he preguntado porque los seres nos creemos unas líneas imaginarias inexistentes y que ganamos con esto.
Y les aseguro que aún no encuentro razones reales de largo plazo, más valiosas que la conexión que los seres humanos podemos tener, sin condiciones con otros para darnos cuenta de nuestra verdadera dimensión.
Las líneas imaginarias geográficas son un ejemplo representado en mapas multicolores, de SERES buscando dividir con líneas imaginarias lo indivisible.
Lo mismo sucede con las religiones, partidos políticos, equipos de deportes, géneros, entre otros.
Cualquier excusa es válida para generar uniones limitadas alrededor de enemigos imaginarios. Si quiere unir a un grupo invéntese un enemigo imaginario y convenza a la mayoría de que es el enemigo.
En el corto plazo tendrá un grupo de adeptos de una causa, la suya y tendrá control sobre sus decisiones.
Pues este breve capítulo es para sugerir algo diferente.
Sugiero un proceso de co-creación donde el servicio sea el punto de unión. Y comienzo por DAR a ustedes la opción de co-crear en una comunidad de lectores de este libro.
Ya todos saben cual es la dirección, ingresen y comiencen a escribir y pedir lo que necesiten para hacer sus vidas únicas y extraordinarias una constante.
Esta comunidad nos permitirá explorar la vida extraordinaria y única de unión alegría y libertad de la que he escrito en este documento.
De esta conexión, con énfasis en el beneficio mutuo y colectivo se que podremos sacar ganancias para todos.
Bienvenidos a su UNA y ÚNICA VIDA EXTRAORDINARIA, la suya, la nuestra.